lunes, 6 de agosto de 2012

La inteligencia emocional


La inteligencia emocional, es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. El término fue popularizado por Daniel Goleman, con su célebre libro: Emotional Intelligence, publicado en 1995. Goleman estima que la inteligencia emocional se puede organizar entorno a cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación, y gestionar las relaciones.

 
¿CÓMO INFLUYEN LAS EMOCIONES EN MI TRABAJO / PROFESIÓN?

Las tensiones de la vida moderna, la hiper-competencia en el terreno individual y empresario, la presión del reloj, la exigencia de un constante perfeccionamiento profesional, etc., son situaciones que tienden a alterar el estado emocional de la mayoría de las personas consideradas normales, llevándolas al borde de sus propios límites físicos y psíquicos. El resultado, a menudo, es el desequilibrio emocional.

Esta inestabilidad no sólo influye en la vida más esencial de una persona, sino que afecta su trabajo y su desarrollo profesional, porque las emociones desempeñan un papel importante en el ámbito laboral. De la ira al entusiasmo, de la frustración a la satisfacción, cada día nos enfrentamos a emociones -propias y ajenas. Por esta razón la clave está en manejar de las emociones de forma inteligente, para que velen por el beneficio propio, de modo que nos ayuden a controlar nuestra conducta y nuestros pensamientos en pos de mejores resultados.

Sin embargo cado uno de nosotros interviene en el estado de ánimo de las demás personas, siendo esta una actitud normal ya sea para bien o para mal; o hacemos constantemente, ‘contagiándonos’ las emociones como si fueran el más poderoso virus social. Por eso se verifica hoy una tendencia mundial en la demanda de recursos humanos (especialmente ejecutivos), que valora la capacidad de interrelación emocional sobre la capacitación técnica, Porque tanto el trabajo como el aprendizaje son sociales.

Siendo las entidades unas redes de participación que buscan el desempeño de los trabajadores de conocimiento (de cualquier trabajador, en realidad), se deben centrar en suministrar entusiasmo y compromiso, dos cualidades que las organizaciones o empresas pueden crear, pero no imponer. Hoy no basta con un alto coeficiente intelectual para triunfar profesionalmente, para competir o para desarrollar una empresa; se requiere un control emocional adecuado, que nos permita tener una interacción armónica en nuestro ambiente laboral: socios, colegas, empleados, proveedores, clientes, etc.

Se debe tener claro que la inteligencia emocional no es una barita mágica; no le certifica una mayor participación en el mercado ni un rendimiento más vigoroso a una organización. La vida de toda corporación es extraordinariamente fluida y compleja por esta razón Ninguna intervención, ningún cambio por sí solo, puede arreglar todos los problemas. Pero si se ignora el ingrediente humano, nada de lo demás funcionará tan bien como debería. Las empresas cuya gente colabora mejor tienen ventaja competitiva. En ese sentido, las facultades de la inteligencia emocional son sinérgicas con las cognitivas; los trabajadores excelentes poseen las dos. Cuanto más complejo es el trabajo, más importante es la inteligencia emocional, aunque sólo sea porque la deficiencia en estas facultades puede dificultar la aplicación de la pericia técnica y el intelecto que se tenga.


¿EN QUÉ ESFERAS DE MI VIDA ES APLICABLE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?

La Inteligencia Emocional tiene cinco habilidades prácticas. Estas cinco habilidades prácticas son útiles para cuatro áreas fundamentales de nuestra vida:

  1. Propenden a nuestro bienestar psicológico, base para el desarrollo armónico y equilibrado de nuestra personalidad. 
  2. Contribuyen a nuestra buena salud física, moderando o eliminando patrones y/o hábitos psicosomáticos dañinos o destructivos, y previniendo enfermedades producidas por desequilibrios emocionales permanentes (angustia, miedo, ansiedad, ira, irritabilidad, etc.).
  3. Favorecen nuestro entusiasmo y motivación. Motivación y emoción tienen la misma raíz latina (motere), que significa moverse (acercarse hacia lo agradable o alejarse de lo desagradable). Gran parte de nuestra motivación en distintas áreas de la vida está basada en estímulos emocionales.
  4. Permiten un mejor desarrollo de nuestras relaciones con las personas, en el área familiar-afectiva, social y laboral-profesional. En este último plano, la Inteligencia Emocional significa llevar a un nivel óptimo la relación entre las personas. Las emociones determinan cómo respondemos, nos comunicamos, nos comportamos y funcionamos en el trabajo y/o la empresa.
¿INFLUYEN LAS EMOCIONES EN MI RENDIMIENTO LABORAL? 

Sí, no hay prácticamente esfera alguna de la actividad humana que no se vea influida (para bien o para mal) por las emociones: ni el aprendizaje, ni el rendimiento laboral, ni el rendimiento deportivo, ni la creación artística. 

Estudio y observación sobre comportamientos efectivos y fructuosos.
Entre los resultados que diferentes autores citan pueden resumirse los siguientes:
-   Investigaciones realizadas de forma independiente por decenas de expertos en cerca de quinientas empresas, agencias gubernamentales y organizaciones no lucrativas de todo el mundo señalan que los aspectos fundamentales que se identifican como factores de éxito fueron: la relación que mantenemos con nosotros mismos, el modo en que nos relacionamos con los demás, nuestra capacidad de liderazgo y la habilidad para trabajar en equipo.
-   A fines de los años 80 en un grupo de directivos de empresas de  Suecia, Inglaterra y EEUU, se identificaron las siguientes “aptitudes” de dirigentes exitosos: comprensivo, reconoce rápidamente sus errores, controla sus emociones, respeta a los colegas, justo, firme, decidido, posee sentido del humor, preocupado, es objetivo.
-  A lo largo de varias décadas, han tratado de rastrear los talentos de los trabajadores “estrella” indican que existen dos habilidades que para su época (los noventa) eran sumamente relevantes y son: la formación de equipos y la capacidad de adaptarse a los cambios.
-  Una encuesta de alcance nacional que trataba de determinar lo que demandan los empresarios de sus nuevos trabajadores reveló que las competencias técnicas concretas no eran más importantes que la habilidad para aprender el trabajo. Buscaban:
·         Capacidad de escuchar y de comunicarse verbalmente.
·        Adaptabilidad y capacidad de dar una respuesta creativa ante los contratiempos y obstáculos.
·         Capacidad de controlarse a sí mismo, confianza, motivación para trabajar en la consecución de determinados objetivos, sensación de querer abrirse un camino y sentirse orgulloso de los logros conseguidos.
·         Eficacia grupal e interpersonal, cooperación, capacidad de trabajar en equipo y habilidad para negociar disputas.
·     Eficacia dentro de la organización, predisposición a participar activamente y potencial de liderazgo.
·        Otro estudio acerca de lo que las empresas buscan en los nuevos licenciados en  gestión empresarial arroja resultados parecidos.
·       La mayor razón para el fracaso de directivos eran sus inadecuadas habilidades interpersonales y que se despiden más administradores por la pobreza de sus habilidades interpersonales.
·     La incapacidad para dominar emociones y comunicar con eficacia, genera en las organizaciones conflictos que producen una merma de la moral laboral y una disminución de la productividad en el personal.
·        Investigaciones realizadas en Alemania y Japón en torno al éxito y fracaso de los ejecutivos han revelado que las tres cuartas partes de los directivos fracasados en Alemania y un 50% en Japón  mostraron alguna carencia esencial en la inteligencia emocional.
Las aptitudes emocionales que con más frecuencia condujeron al éxito a grupos de directivos de cientos de empresas analizadas fueron:
Iniciativa, afán de éxito y adaptabilidad.
  • Influencia, liderazgo de equipos y conciencia política.
  • Empatía, seguridad y desarrollo de otros.
En una investigación realizada entre grupos de gerentes que tuvieron éxito y otros que fracasaron, aparecieron marcadas diferencias en la mayoría de las dimensiones importantes de la aptitud emocional. Aquí un resumen:
·   AutocontrolLos que fracasaron manejaban mal la presión y eran propensos al malhumor y a los arranques coléricos. Los que tuvieron éxito conservaban la compostura bajo estrés, se mantenían serenos y seguros (y confiables) en el fragor de las crisis.
·           ResponsabilidadEl grupo de fracasados reaccionaba de manera defensiva ante los errores y las críticas, encubriéndolas o intentando descargar su responsabilidad sobre otras personas. Los triunfadores aceptaban la responsabilidad, admitiendo sus errores, se ocupaban de solucionar los problemas y seguían adelante sin obsesionarse con el fracaso.
·           ConfiabilidadLos fracasados eran, típicamente, demasiado ambiciosos y dispuestos a progresar a expensas de otros. Los directivos que triunfan más muestran, por el contrario, un profundo interés por las necesidades de sus subordinados y colegas y por las exigencias concretas de la tarea que están llevando a cabo, dando mayor prioridad a estos factores que a tratar de impresionar a sus superiores a toda costa.
·     Habilidades socialesLos que fracasaron carecían de empatía y sensibilidad, a menudo se mostraban ásperos y arrogantes o intimidaban a los subordinados. Aunque algunos, a veces, podía parecer encantador y hasta parecían interesarse por los demás, eso era puramente manipulativo. Los que tuvieron éxito eran empáticos, sensibles; demostraban tacto y consideración en su trato con todos, superior y subordinado por igual.
·           Establecimiento de lazos y aprovechamiento de la diversidadLa insensibilidad y la actitud manipuladora del grupo de fracasados les impedía formar una fuerte red de relacionas cooperativas, mutuamente beneficiosas. Los que tuvieron éxito sabían apreciar mejor la diversidad y se entendían con gente de toda clase.
Algunos especialistas dedican sus trabajos sobre inteligencia emocional específicamente a su papel en el ejercicio del liderazgo.

Elementos esenciales de la inteligencia emocional.
Los especialistas consideran que las competencias o aptitudes de la inteligencia emocional actúan y se expresan en dos niveles:


  • Las competencias o aptitudes personales. Determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos, el conocimiento y dominio de uno mismo.
  • Las competencias o aptitudes sociales. Determinan el modo en que nos relacionamos con los demás, como manejamos las relaciones.
  • El enfoque más difundido y compartido por diferentes especialistas es el que presenta Goleman en su segundo libro que considera que las competencias en la primera esfera, es decir “el dominio de uno mismo”, es el inicio de todo lo que se produce en nuestras relaciones con el entorno en que nos movemos, esta esfera está compuesta por:
-     El autoconocimientoRepresenta la capacidad que tengamos para identificar nuestros propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones, que incluye:
·      Conciencia emocional. Reconocer nuestras emociones y sus efectos.
·     Valoración adecuada de uno mismo. Conocer nuestras fortalezas y debilidades.
·  Confianza en uno mismo. Seguridad en la valoración que hacemos sobre nosotros mismos y sobre nuestras capacidades.
-  La autorregulación (autocontrol). El control de nuestros estados, impulsos y recursos internos, que incluye:
· Autocontrol. Capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos que puedan resultarnos perjudiciales.
· Confiabilidad. Mantener normas de honestidad e integridad con nosotros mismos.
·      Integridad. Asumir la responsabilidad de nuestra actuación personal.
·      Adaptabilidad. Flexibilidad para afrontar los cambios.
·   Innovación. Estar abierto y dispuesto ante las nuevas ideas, enfoques novedosos y la nueva información.
La automotivaciónLa capacidad de encontrar fuentes y tendencias emocionales que puedan guiar o facilitar la obtención de nuestros objetivos, en lo que se incluye:
·         Motivación al logro. Esforzarse por mejorar o satisfacer un determinado criterio de excelencia.
·         Compromiso. Secundar y aliarse a las metas del grupo o la organización.
·     Iniciativa. Disposición para aprovechar las oportunidades que se presenten y actuar con prontitud cuando se presenten.
·    Optimismo. Tenacidad para la consecución de los objetivos, a pesar de los obstáculos y contratiempos que tengan que enfrentarse.

Estas habilidades tienen una secuencia lógica, actúan “en sistema”. En la esfera de las competencias o aptitudes sociales, es decir cómo nos relacionamos con los demás, las principales competencias que se plantean son:

EmpatíaRepresenta la capacidad para captar los sentimientos, necesidades y preocupaciones de otros, en lo que se incluyen:

  • ·         Comprensión de los demás. Tener la capacidad de captar los sentimientos y los puntos de vista de otras personas e interesarnos activamente por las cosas que les preocupan.
  • ·   Ayudar a los demás a desarrollarse. Percibir las necesidades de desarrollo ajenas y fomentar sus aptitudes.
  • ·  Orientación hacia el servicio. Prever, anticiparse en el reconocimiento y satisfacción de las necesidades de los “clientes”, es decir de los que dependen de nosotros.
  • ·      Aprovechar la diversidad. Cultivar y aprovechar las oportunidades que nos brindan diferentes tipos de personas.
  • ·         Conciencia política. Capacidad para identificar las corrientes emocionales y de las relaciones de poder subyacentes en un grupo.

Habilidades sociales. Capacidad para inducir en los otros las respuestas deseables. En esto se incluyen:

  • ·         Influencia. Aplicar tácticas efectivas para la persuasión.
  • ·    Comunicación. Capacidad para escuchar activamente y transmitir mensajes claros y convincentes.
  • ·         Manejo de conflictos. Capacidad de manejar situaciones de conflicto, negociar y resolver desacuerdos.
  • ·         Liderazgo. Inspirar y dirigir a grupos y personas.
  • ·         Catalizador del cambio. Capacidad para iniciar, dirigir o manejar situaciones de cambio.
  • ·         Establecer vínculos. Alimentar sistemas de vínculos y relaciones (redes le llama Kotter) para propiciar la obtención de objetivos.
  • ·   Colaboración y cooperación. Ser capaces de trabajar con los demás en la consecución de una meta común.
  • ·      Habilidades de equipo. Ser capaces de crear la sinergia grupal en la consecución de metas colectivas.  
La inteligencia emocional se compone de cuatro pilares:
-Primer pilar: Conocimiento emocionalque incluye:
    1-Honestidad emocional.
2-Energía emocional.
3-Retroinformación emocional.
4-Intuición práctica.
-Segundo pilar: Aptitud emocionalque comprende:
5-Radio de confianza.
6-Presencia auténtica
7-Descontento constructivo.
8-Flexibilidad y renovación.
-Tercer pilar: Profundidad emocional.
9-Potencial único y propósito.
10-Compromiso responsabilidad y conciencia.
11-Integridad aplicada.
12-Influencia sin autoridad.
-Cuarto pilar: Alquimia emocional.
13-Flujo intuitivo.
14-Cambio de tiempo reflexivo.
15-Percepción de oportunidad.
16-Creación del futuro.
                                                     
Biografía.

http://www.inteligencia-emocional.org
http://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia_emocional
La inteligencia emocional por qué es más importante que el cociente intelectual. Daniel Goleman.·
Inteligencia emocional: Juegos y Dinámicas para grupos. Susana Gamboa de Vitelleschi

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